Decisiones, decisiones, decisiones. ¿Has estado fatigada de las tantas decisiones que tienes que tomar todo el día todos los días? Nuestras vidas están compuestas de interminables decisiones. Existen decisiones muy importantes y otras no tanto. Dependiendo de qué opción escojamos, las consecuencias pueden llegar a cambiar el curso de nuestras vidas, arruinar relaciones y hasta alejarnos de Dios. Hay decisiones que desde el principio te puedes dar cuenta que no son buenas, pero hay otras que son difíciles de descifrar y es por eso que los principios Bíblicos nos ayudan a identificar cuáles son las mejores decisiones que podemos tomar. Tú y yo somos representantes de Cristo, por lo tanto, tenemos que acudir las Escrituras porque ellas son la fuente de sabiduría para cada área de nuestras vidas.
La Biblia nos ha ayudado a tomar una de las decisiones más importantes de nuestras vidas, la decisión de arrepentirnos y seguir a Cristo.
Hechos 2:38 – Pedro contestó: Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.
1 Juan 2:6 – Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió.
Dios quiere que vivamos como Jesús vivió por lo tanto día a día tenemos que tomar decisiones que contribuyan a esa meta. Debemos evitar las decisiones que nos distraen y nos alejan de Su Reino. Cuando tenemos la perspectiva adecuada de cuán grande es Dios y que tan pequeñas somos, podemos depositar las riendas de nuestras vidas en Él y confiar que sus caminos son mejores que los nuestros. Me gustaría compartirles tres decisiones que podemos tomar para que mantengamos el enfoque adecuado a lo largo de nuestras vidas.
1. Decide meditar en Su Palabra.
Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores,
ni se juntan con burlones; sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche.
Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen. Salmo 1:1-3
El salmista comienza mostrándonos una serie de decisiones que tenemos que tomar si es que queremos ser como árboles plantados a la orilla de un rio. Un árbol plantado a la orilla, disfruta de un suministro de agua constante aun en las temporadas secas. Una mujer que tiene a la Palabra de Dios como prioridad en su vida, medita en ella de día y noche y podrá disfrutar de la presencia de Dios en cada momento, aun en momentos inciertos.
2. Decide Orar
Oh Dios, a Ti dirijo mi oración porque sé que me responderás; inclínate y escucha cuando oro. Salmo 17:6
Decide apartar un tiempo especial y específico para orar. La oración es esencial en todo momento y más aún cuando no sabemos qué dirección tomar. Durante estos momentos cruciales también puedes ayunar. El ayuno es una disciplina que debe ser parte de todo creyente. Cabe recalcar que no podemos manipular a Dios. La oración y el ayuno no lo impresionan a Él. Estas disciplinas nos ayudan a estar aún más enfocadas en Él y lo que Él quiere que hagamos en dada situación.
3. Decide buscar ayuda.
Sin liderazgo sabio, la nación se hunde; la seguridad está en tener muchos consejeros. Proverbios 11:14
Sé que este punto quizá te cueste un poco ya que no es parte de nuestra naturaleza el buscar, ni mucho menos estar abiertas a recibir ayuda. Tenemos que reconocer que hay muchas cosas que ignoramos. No lo sabemos todo y simplemente no podemos hacer las cosas solas. Existe un liderazgo en nuestras congregaciones que está listo para ayudarnos cuando lo necesitemos. Tú pastor está en tu vida para que puedas acercarte a Él y pedirle un consejo. Además, tenemos mujeres a nuestro alrededor con más experiencia, conocimiento y sabiduría que la nuestra. Estas mujeres, pueden ser una excelente fuente de consejos para nuestras encrucijadas. Otra mujer puede ver las cosas desde un ángulo diferente al tuyo, lo cual puede ayudarte a tomar una mejor decisión para tu vida.
Recuerda que, si la decisión que estás por tomar desobedece un principio bíblico, entonces tienes que descartarla. Continúa meditando en Su Palabra, orando, ayunando y buscando sabios consejos. Es mucho mejor esperar en Dios que hacer las cosas a nuestra manera.
SOBRE LA AUTORA

Dee Hoagland: Dorcas, también conocida como “Dee”, nació en Guayaquil, Ecuador. Su abuelo Manuel Vega fue pastor/plantador de Iglesias en dicha ciudad. Ella tuvo el privilegio de ver de cerca el servicio que sus abuelos dieron para Dios y para los demás. Entregó su vida al Señor desde pequeña y se ha dedicado a aprender a servirle en diferentes ministerios desde su adolescencia. Ella es la esposa del pastor/plantador William Hoagland y es madre de dos niñas y un niño. Junto con su esposo vivió en la Ciudad de México donde estuvieron sirviendo en la Iglesia Bautista de la Capital por tres años para después venir al Estado de Virginia donde han estado sirviendo por ya 5 años. Dee ama servir a las mujeres de su comunidad compartiendo las escrituras con ellas. -Mateo 6:33-







