Algunos años atrás nunca hubiera considerado involucrarme en la enseñanza bíblica para mujeres en la Iglesia, cuando me convertí al Señor tenía 16 años, empecé a ser discipulada y al poco tiempo después fui bautizada, unos meses mas tarde estaba aprendiendo a tocar la guitarra y me involucre con el grupo de jóvenes dentro del ministerio de música que tenían, era una iglesia pequeña, pero disfrutaba mucho este nuevo ambiente para mi vida.
Me case cuando tenia 21 años, mi esposo es Pastor, el fue ordenado al Ministerio en el año 1998, y después de 5 años el recibió la invitación a trabajar en Misiones y Evangelismo departe de una Iglesia Bautista Hispana, en el Norte de Virginia, Estados Unidos, nos movimos de nuestro país El Salvador para llegar a Estados Unidos en el año 2003, ya teníamos nuestra primera hija quien tenía tres años. Al llegar al país participe junto a mi esposo en la plantación de dos iglesias, y había una parte en donde siempre me sentí cómoda al colaborar durante estos periodos y fue en la música, esa era la parte de mi colaboración como esposa de plantador.
Debo decir que disfrute mucho esos tiempos; y es que nosotros como hijos de Dios somos dotados de muchos talentos y dones, no todos tenemos los mismos, pero los que Dios nos da son una bendición y un regalo departe de el para el engrandecimiento de su Reino,
1 Corintios 12:4-6. (NVI)
Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
Pero cuando pensamos en la enseñanza bíblica, usualmente solo vemos una dirección, pensamos que esto pertenece exclusivamente al Pastor y al cuerpo de ancianos o líderes de una iglesia, y es verdad pero debemos aclarar que aunque ellos son los que dirigen a toda la congregación por medio de la exposición de la palabra de Dios, el discipulado no solo es trabajo del Pastor o Plantador, es trabajo también de nosotras las mujeres ensenar y discipular a otras mujeres para que en ellas sea formada la imagen de Cristo.
Tito 2:4-5 (NVI)
y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.
Estos textos nos hablan claramente acerca de nuestro ministerio como mujeres, con esto no quiero decir que nosotras solo nos debemos de dedicar a esto, al contrario es grandioso ver como Dios nos dota con más de un don o talento para su servicio , siendo maestras de niños, colaboradoras en organización de eventos, en administración, y en muchas áreas más. Pero también es cierto que como mujeres piadosas debemos de estar animando y exhortando a otras a llevar una vida que honre al Señor. Cuando pienso en esto, recuerdo que hace algunos años yo misma me encontraba siendo animada por otra hermana, recuerdo que siempre me preguntaban, y usted cuando va a enseñar? cuando se va animar a discipular a las hermanas? Y mi respuesta siempre era la misma: No hermana, ese no es mi llamado.
Ciertamente, quizás no todas sientan el llamado para enseñar en las reuniones de mujeres, en algún retiro o en alguna conferencia para mujeres, pero si hay algo en lo que somos llamados todos, hombres y mujeres, a predicar el evangelio a todos, especialmente a las mujeres en nuestro caso.
Antes que El Señor Jesús ascendiera al cielo con el Padre, El mismo le encomendó a sus discípulos que predicaran el evangelio por todo el mundo.
Mateo 28:16-20. (NVI)
Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: — Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
El mando a hombres y a mujeres “Vayan y hagan discípulos” a este punto no existe una sola excusa para que digamos “No, ese no es nuestro llamado”.
Tiempo después que esta hermana me dijo esto, hubo un pesar en mi corazón, en la gracia de Dios el me estaba convenciendo de no permanecer comoda, no que donde servia, que era el ministerio de música fuera un ministerio poco valorado. No , por el contrario todos teníamos responsabilidades que cumplir, fue un buen tiempo, pero debemos de entender que muchas veces durante nuestro caminar como creyentes en esta vida tendremos que movernos de un lugar a otro si así a Dios le complace.
Dios empezó a trabajar en mi corazón , y puso un ferviente deseo de estudiar mas a fondo su palabra, no solo leerla sino meditar en ella, y cada día traía convicción a mi corazón para entender la importancia de discipular a otras mujeres para que la imagen de Dios fuera formada en ellas, y para que nosotras como miembros o como esposas de Pastor o lideres podamos cumplir el verdadero diseño de Dios para nosotras. Ser una ayuda idónea para nuestros esposos, iglesias y ministerios.
Es importante que antes que empieces a discipular o enseñar a otras mujeres, cuentes con el apoyo de tu iglesia, de tu Pastor o cuerpo de Lideres; para que ellos te orienten y cuiden de ti, de una manera saludable y bíblica acerca de lo que estarás enseñando.
Te animo a orar y a buscar la voluntad de Dios para tu vida y ministerio!
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Marisol Santamaria: Marisol Santamaria, es de El Salvador, y está casada con Raúl Santamaria quien es Pastor ordenado al ministerio desde el año 1998.
Tienen tres hermosas hijas, en el año 2003 su esposo recibió la invitación departe de la Iglesia Bautista Hispana en el Norte de Virginia para trabajar en el área de Misiones y Evangelismo así que junto a sus hijas se movieron al pais.
Durante estos años participo con su esposo en la plantación de dos iglesias y actualmente su esposo trabaja para la SBCV como estratega de plantaciones de Iglesias Hispanas en el Norte de Virginia teniendo así la oportunidad de ayudarle en la organización de algunos entrenamientos y a la vez dar talleres a Mujeres.
Actualmente hace Homeschool, con sus dos hijas menores, y se encuentra terminando su segundo año de estudios bíblicos online en el Instituto Integridad y Sabiduría de RD.







